27 de mayo de 2020.-

El rol de una dupla psicosocial – o trío como en este caso – es variado: participa activamente dentro del equipo de gestión escolar, Consejo Escolar, reflexiones pedagógicas, trabaja con los Centros de Padres y Apoderados/as y de Alumnos/as,  gestiona el área de Formación Integral y, a su vez,  apoya en el área administrativa a través de la elaboración del Reglamento Interno de Convivencia Escolar (RICE), velando también por su cumplimiento.

Sin embargo, uno de los mayores orgullos es el trabajo diario que realizan con los y las estudiantes, ya que han alcanzado el 100% de las intervenciones en cada curso. Así lo afirman las profesionales María Eugenia Vera (Profesora), Daniela Rojas (Psicóloga), y Jennifer Herrera (Trabajadora Social), quienes integran el “trío” psicosocial en la escuela Comodoro Arturo Merino Benítez desde hace más de tres años.

La pandemia las ha obligado a reinventar la forma para llegar a la comunidad, ya que si bien los y las estudiantes no asisten presencialmente a la escuela, siguen requiriendo el apoyo de este equipo, lo que significa un gran desafío, pues afirman que deben “trabajar desde una mirada integral, que permita abordar aspectos biopsicosociales: ansiedad, incertidumbre, miedo, desempleo, salud, etc., que la situación país ha generado en los niños, niñas y sus familias”. Para lograrlo, se han apoyado en las redes sociales, creando un Facebook y un Instagram, pues para su trabajo “ es la forma más eficiente para poder difundir información de una manera amigable, cercana y fácil de utilizar. Conjuntamente se promueven espacios de apoyo, contención emocional y acompañamiento psicosocial para toda comunidad educativa.” Además, valoran que la comunidad ha tenido una buena acogida de estas plataformas, destacando que las publicaciones de Facebook han llegado a tener un alcance de 575 visualizaciones (matrícula de 360 Estudiantes), y por otro lado, Instagram está generando un vínculo con otras instituciones que son redes de apoyo para su trabajo (OPD, Habilidades Para la Vida, COSAM, RED INFANCIA, etc.).

Durante este periodo han notado que “hay una desmotivación en todos los ámbitos cotidianos, la dificultad de acceso la tecnología, las problemáticas psicosociales y escasa socialización con pares que exige la política de distanciamiento social, afecta fuertemente la estabilidad emocional de nuestros niñas y niños y su disposición ante la educación a distancia”. Pero el trabajo articulado con otros estamentos de la comunidad escolar ha derivado en que “un porcentaje de niños  ha logrado adaptarse a esta nueva modalidad, de educación a distancia,  sin embargo, para abarcar y conocer el panorama real de cada estudiante, se está generando un levantamiento de información como diagnóstico para poder establecer nuevas estrategias de alcance”.

Pese a lo anterior, tienen una actitud bastante positiva respecto a los alcances de su trabajo, invitando también a las duplas de los otros establecimientos a “considerar que como profesionales del área psicosocial, por formación contamos con herramientas y saberes propios que nos permiten estar mejor preparadas para liderar un acompañamiento a las comunidades educativas, orientando y entregando estrategias que permitan ojala una sensación de bienestar necesaria para enfrentar esta crisis. Creemos fundamental un rol proactivo responsable y en permanente actualización en temáticas relacionadas con un contexto de crisis.”