23 de octubre de 2019
Desde hace algún tiempo el Jardín Infantil Dejando Huellas del Servicio Local de Educación Pública de Barrancas (SLEPB) está trabajando en su Proyecto Quik, que consiste en remodelar uno de los patios del establecimiento, espacio donde colocarán los juegos que la comunidad educativa construirá para que las educadoras y técnicos puedan trabajar movimiento con los niños y niñas.
Esta iniciativa surge en el marco de Quik, programa de la Subsecretaría de Educación Parvularia y la Fundación Choshuenco, que se está ejecutando en las 23 salas cuna y jardines infantiles de Barrancas y ha permitido potenciar las competencias de liderazgo de las directoras y brindarles herramientas para la gestión de la calidad educativa. Es dentro de este programa donde nacen los proyectos Quik, en los cuales cada establecimiento deberá escoger uno de los 20 temas que propone Quik y luego elaborar su propio proyecto según sus necesidades y prioridades.
El Proyecto Quik del Jardín Infantil Dejando Huellas se basa en potenciar el movimiento, para ello el establecimiento decidió arreglar uno de los patios y construir juegos para contar con un espacio especial donde las educadoras puedan trabajar esa habilidad en base a actividades específicas planificadas. Es en la ejecución del proyecto donde ha cobrado un papel fundamental la participación de los apoderados, quienes se han comprometido con el jardín y han colaborado en todo lo que se les ha solicitado.
Si bien el equipo Quik que representa al jardín está conformado por su directora, Nylda Alcaino, por dos educadoras y una técnico, toda la comunidad educativa del jardín se ha hecho parte del proyecto, lo que marcó un antes y un después en cuanto al nivel de participación e involucramiento de las familias en la formación de los niños y niñas.
Eliana Gil, educadora de párvulo e integrante del equipo Quik
“En este proyecto hemos visto que los apoderados y apoderadas han participado con mucho ánimo, tienen ganas de hacer cosas. En otras ocasiones no habíamos logrado este nivel de participación y ahora no sé qué ocurrió, pero el compromiso ha sido grande. Esto es importante porque el jardín no es una guardería donde cuidamos niños, sino que también hay un aprendizaje, una intencionalidad de llevar a los niños hacia algo. Generalmente el apoderado te entrega al niño y se va, en cambio cuando ellos vienen al jardín y se dan cuenta cómo es nuestra labor, comprenden de mejor manera el significado de la educación primaria. Ver el entusiasmo de las familias hace que nuestro trabajo tenga más sentido, nos sentimos acompañadas y apoyadas”.
Pamela Ceballos, técnico en educación parvularia e integrante del equipo Quik
“Dentro de todas las cosas buenas que ha traído este proyecto, rescato la participación de mis compañeras de equipo Quik y la forma en la que hemos incentivado a los apoderados. Es placentero para una saber que contamos con el apoyo de ellos, algo que no se había dado en otras oportunidades. Nosotras los hemos estado entusiasmando e integrando en el proyecto, y lo logramos. Esto es sumamente significativo porque así los apoderados comienzan a involucrarse más, a conocer lo que hacemos y lo que los niños aprenden”.
Mónica Valenzuela, educadora de párvulos del jardín e integrante del equipo Quik
“Involucrar a las familias es algo que cuesta mucho, pero ahora ha funcionado. La semana pasada llegaron apoderados a desmalezar y trabajaron toda la mañana hasta que terminaron, estaban súper motivados preguntando qué podían hacer y cómo podían seguir colaborando. Ahora los apoderados se están ofreciendo para venir a vender colaciones y así recaudar fondos que permitan comprar material para construir los juegos; eso es algo novedoso ya que antes uno tenía que pedir, en cambio ahora tienen iniciativa propia. Es rico ver que después que todo el trabajo que uno hace, que a veces es bastante ingrato, hayan papás y mamás que estén agradecidos y quieran colaborar”.
Manuel Calcumil, apoderado
“Estamos atentos a las actividades que hay en el jardín y a lo que nos piden las tías, porque los niños pasan acá gran parte del día, entonces la idea es que los papás participen en estas instancias. He venido a desmalezar, porque mi hija me pidió y comentó que iban a limpiar y que era importante que viniéramos. Como mi hija es de nivel medio mayor y el próximo año no estará en el jardín yo podría no venir, pero creo que uno igual debe intentar enseñarles a los niños que hay que dejar un legado, porque quizás el día de mañana ella traerá a sus hijos para acá y les dirá que su papá ayudó a mejorar el jardín”.
Claudia Marchant, apoderada
“Estuvimos arreglando el patio y sacamos la maleza, esto como paso inicial para comenzar a ejecutar el proyecto. Es importante que los apoderados vengamos a ayudar, porque aquí están nuestros hijos y tenemos que hacernos presentes. Yo les diría a los apoderados que aun no se motivan que intenten ver la educación que se les está dando a sus hijos y todo lo que aprenden aquí”.