5 de octubre de 2018
La comundiad educativa de la escuela Comodoro de Barrancas participó en la Fiesta del Sol, realizando feria costumbrista y danzando al ritmo de los bailes típicos de Perú, Bolivia y el norte de nuestro país.
El establecimiento se destaca por organizar actividades que integren a toda la comunidad educativa; al equipo directivo, docentes, asistentes, apoderados y estudiantes. En este sentido, Éster Tapia, Jefa de Unidad Técnica, comentó: “ los beneficios de trabajar de esta forma son múltiples. El apoderado se siente parte del aprendizaje y desarrollo de sus hijos, y los estudiantes por su parte, se sienten apoyados por sus padres. Así todos buscamos cumplir el mismo objetivo de potenciar las habilidades e intereses de los estudiantes, además de responder al sello de nuestra escuela, que busca entregar una educación de educación de calidad, integradora, que los prepare para la vida y los tiempos que corren”.
Los docentes juegan un rol fundamental en este proceso de incorporación de los apoderados en el quehacer de la escuela, ya que los incluyen en los proyectos académicos, artísticos y culturales que van surgiendo. Fabián Salas, profesor de educación física y coordinador extraescolar de la escuela, señaló: “ellos son piezas claves, desde la casa incentivan a sus hijos, se preocupan de conseguir la vestimenta adecuada para los actos, los traen a los ensayos, los vienen a ver si hay una actividad, y en algunos casos, hasta forman parte de las coreografías”.
Así como para la escuela son importantes los apoderados, para los apoderados también es relevante tomar protagonismo en el establecimiento donde se forman sus hijos. Ese es el caso de Virginia Salas, apoderada de kínder, quien hoy bailó en el acto de su hija, e indicó: “me encanta participar porque puedo ayudar y ver lo que mi niña está haciendo. Estoy orgullosa del trabajo en equipo que hacemos. Es bueno involucrarse, porque los niños se incentivan y saben que estamos a su lado”.
La Fiesta del Sol y las actividades de ese estilo, la participación de la comunidad educativa, y el quehacer diario de la Escuela Comodoro Arturo Merino Benítez, va dejando huella en sus estudiantes. Como en Antonella Viluñir, de 8° básico, quien ad portas de egresar de la escuela valora las herramientas que allí le han entregado, y sostiene: “estoy desde pre-kinder aquí y siento nostalgia porque este año me tengo ir. He sido testigo de que este colegio cada vez mejora más y del esfuerzo que nuestros profesores colocan en la organización de cada actividad, esto hace lleve a mi escuela en mi corazón”.