27 de mayo de mayo de 2020.-
El coronavirus no ha dado tregua y cada semana se han debido extremar las medidas de confinamiento. Lo anterior, ha derivado en la mantención de la suspensión de clases presenciales, que ya lleva 8 semanas consecutivas, generando cambios en las rutinas de los estudiantes y sus familias, teniendo como consecuencia, un impacto en la salud mental de las comunidades.
En virtud de este contexto, se ha hecho primordial mantener una buena convivencia escolar y proveer apoyo psicosocial entre todos los actores que integran la red escolar (directivos, docentes, estudiantes, apoderados), considerando el estrés adicional que la pandemia ha provocado en los adultos y también en los niños y adolescentes.
Para fortalecer esta red de apoyo psicosocial y emocional al interior del establecimiento, debe existir una gran coordinación entre los profesionales de las duplas psicosociales y los equipos docentes, y es necesario considerar lo siguiente:
- ¡El rol del profesor jefe es clave!: Debe ser activo en el acompañamiento y monitoreo de sus estudiantes: Es necesario que se generen metodologías de contacto con sus estudiantes y familias, estableciendo horarios para atender consultas o inquietudes a través de distintas plataformas digitales.
- Desarrollar y/o potenciar habilidades para el manejo de las emociones: Entregar material que permita a los estudiantes y sus familias a reconocer y manejar el estrés, la ansiedad y también promover el autocuidado.
- La integridad física y emocional de TODOS los actores muy relevante: Es necesario abordar estrategias para identificar y abordar situaciones de riesgo, por ejemplo, carencia de insumos básicos o vulneración de derechos. Se debe hacer seguimiento a los casos de riesgo e informar al equipo de Convivencia Escolar del Servicio Local en caso de no poder tomar contacto con los estudiantes.
- ¡Trabajemos con los Centros de Padres!: Ellos están muy al tanto de lo que ocurre con las familias de los establecimientos y pueden entregarnos información muy valiosa para orientar de mejor manera el trabajo.
Y lo más importante… debemos motivar a nuestros estudiantes a seguir aprendiendo, en un espacio de contención y sana convivencia, aunque sea a distancia.